Áridos decorativos
Las gravas y piedras para jardín son una solución de paisajismo muy vistosa tanto para decorar el espacio exterior como para delimitar ambientes. Ofrecen grandes posibilidades decorativas, ya que existen áridos de diferentes formas, tamaños y colores, y se pueden combinar entre sí para crear contrastes. Pero además de la función estética, los áridos decorativos protegen la tierra de los cambios bruscos de temperatura, evitan la proliferación de malas hierbas cuando incorporan malla geotextil y ayudan a ahorrar agua porque conservan la humedad del suelo evitando su evaporación y, por tanto, optimizando el riego de las plantas. Además, destacan por su fácil instalación y bajo mantenimiento, ya que sólo necesitan un rociado con agua a presión para quitarles el polvo. Incorporar gravas, rocallas, pavimentos o muros secos, o elementos decorativos de piedra como fuentes, bancos, monolitos y piedras ejemplares otorgará elegancia y funcionalidad en su jardín.